ESCENA VIII
NO CODICIARÁS LOS BIENES AJENOS
JOSEBA- ¿Sabes lo que me
apetece ahora?
MIGUEL- ¿Qué?
JOSEBA- ¡Invadir
Polonia!
MIGUEL- ¿Qué tienes
contra los polacos? Mi mujer es polaca y lo sabes.
JOSEBA- “La acción se desarrolla en Polonia, es
decir, en ninguna parte…” ¿No
recuerdas esa frase de la obra que hicimos en la universidad?
MIGUEL- ¡Ah, sí! Ugú…
JOSEBA- Ubú Rey, de
Alfred Jarry. Yo quiero invadir Polonia. Quiero ser general. Y poner en el
campo de batalla a todos mis soldaditos.
Joseba se levanta y coge el
perchero. Se pasea solemnemente montado en el perchero.
JOSEBA- Las tropas bien
formadas apuntando a Polonia. Todos ahí bien colocaditos. Y yo me paseo por
delante de ellos pasando revista. Vaya caretos que tenéis todo, a cual más feo.
Tuertos, desdentados y calvos. Lo grotesco de las batallas empieza por su
estética. Luchad o morid. La tierra no es para quienes se la han prometido,
sino para quienes van a buscarla. Esperad mis órdenes. (Se sienta en el respaldo de uno de
los sillones, apoyándose sobre el perchero). Y mientras yo me tomó
el té y me rasco los huevos sentado en lo alto de la colina, ellos van cayendo
como moscas en las trincheras por el honor de su general. ¡Disfrutemos del
espectáculo! ¡Yo voy a invadir Polonia! ¡Yo!
MIGUEL- ¿Y yo dónde
estoy mi general?
JOSEBA- Subido en lo
alto de la colina conmigo. Pero tú no eres general. Tú vas a ser subgeneral.
MIGUEL- ¿Ese rango
existe?
JOSEBA- ¡En mi invasión
de Polonia sí! Tú serás el emisario que transmita mis decisiones estratégicas a
ese montón de leña humana. ¡Sube aquí conmigo y disfruta del espectáculo!
¡Disfrutemos del fuego de la batalla!
MIGUEL- Con su permiso,
mi general.
Miguel se sube al
sillón y se sienta junto a él.
JOSEBA- Nuestra
invasión no es un antojo, esa gente merece que se le arrebate todo.
MIGUEL- Por supuesto,
mi general.
JOSEBA- ¿Ves a ese de
ahí que gana dos mil quinientos euros al mes, más cuatro pagas extras y un bonus de beneficios a final de año?
MIGUEL- ¡Lo veo mi
general, lo veo!
JOSEBA- ¡Demasiado
capital para un solo hombre! ¡Manda a un escuadrón! ¡Que lo liquiden y me
traigan sus ahorros!
MIGUEL- ¡A sus órdenes!
Tú, tú y tú. Ya habéis oído.
JOSEBA- ¿Ves a ese otro
de ahí que tiene un primo en el banco y ha conseguido renegociar su hipoteca y
librarse del desahucio?
MIGUEL- ¡Lo veo mi
general, lo veo!
JOSEBA- ¡Demasiado
amiguismo para un solo hombre! ¡Manda a un escuadrón! ¡Que lo liquiden y me
traigan su piso! ¡Y al primo también!
MIGUEL- ¿Qué traigan al
primo también?
JOSEBA- No. ¡Que lo
liquiden! Me cae mal.
MIGUEL- ¡Sí! ¡Mi
general! ¡Sí! ¿O era: General, sí, mi general?
JOSEBA- ¿Ves a ese capullo
que ha conseguido pasar de los cuarenta sin casarse, sin hijos, sin hipoteca y follando
todos los fines de semana?
MIGUEL- ¡Lo veo mi
general, lo veo!
JOSEBA- ¡Demasiada
felicidad para un solo hombre! ¡Manda a un escuadrón!
MIGUEL- ¿Que lo liquiden y le traigan sus…?
JOSEBA- No. A ese que
no lo liquiden todavía, primero quiero charlar con él.
MIGUEL- Excelente idea.
Lo torturaremos para saber cómo lo ha hecho.
JOSEBA- No. Lo
torturaremos para que sufra por su insolidaridad. ¡Aquí todos o ninguno!
MIGUEL- ¡A sus órdenes
mi general!
Joseba se baja del sillón.
JOSEBA- Invadiré
Polonia con mis tropas. El lugar que no es ningún lugar y a la vez son todos
los lugares. Arrebataré sus posesiones a cada uno de los que poseen. Expoliar.
Me gusta el verbo expoliar. Yo expolio, tú expolias y él se jode. Ese verbo me
pone cachondo, es increíble el lenguaje.Nosotros expoliamos, vosotros expoliáis
y ellos son expoliados. Acumularé todos los bienes posibles y luego especularé
con ellos. Inflaré el precio hasta la estratosfera y se los venderé a los mismos
pringados que antes eran sus dueños. Les haré creer que los necesitan, que no
pueden vivir sin bienes. Seré tan rico que cuando vaya a mear me la agarraré
con papel de oro. Y tú, amigo, participarás de mi riqueza.
Miguel se baja
también.
MIGUEL- ¿Lo dice en
serio mi general?
JOSEBA- ¡Basta de
generales! Eres mi amigo. Hemos vivido de todo durante estos años. Agujeros
negros, pozos sin fondo y ciénagas de lodo. Eres mi amigo. Y lo mío siempre
estará a tu disposición cuando lo necesites. A veces pienso que si todo se va
al garete sólo me quedas tú. Creo que nunca te lo he dicho, pero te quiero. Eres
mi mejor amigo. Eres el hermano que nunca tuve. Eres el mejor compañero de
viaje que uno puede tener en esta mierda de vida. Eres único. Te quiero cabrón.
MIGUEL- ¡Que grande
eres! Yo también te quiero, cabrón.
JOSEBA- ¡Dame un
abrazo!
MIGUEL- ¡Por supuesto!
Ambos se buscan a tientas con los
brazos abiertos. Finalmente se encuentran y se funden en un intenso abrazo.
JOSEBA- Te quiero.
MIGUEL- Yo también te
quiero.
JOSEBA- Te quiero mucho.
MIGUEL- Y yo a ti.
JOSEBA- Te quiero.
MIGUEL- Yo más.
JOSEBA- Te quiero.
MIGUEL- ¿Quieres que te
meta el dedo por el culo?
Largo y eterno abrazo en silencio.
JOSEBA- Ahora no,
gracias. Pero me satisface saber que puedo contar contigo, mi subgeneral.
El abrazo se
prolonga un poco más.
Amen. Hay queda eso, jeje
ResponderEliminar