Aprovechando mi estancia en Barcelona, no pude resistirme a la tentación de acercarme con mi cámara al taller de marionetas del difunto maestro Pepe Otal. Mientras capturaba a través de mi objetivo, una pregunta me punzaba con saña en el cerebro. ¿Cómo hubiese sido un encuentro entre Pepe Otal y Jan Svankmajer? Solté mi cámara, me lié un cigarrillo y me puse a imaginar. La primera opción y más corta es que ambos se hubiesen mandado a freír espárragos mutuamente. Fin del encuentro, principio de la anécdota que hubiese circulado de boca en boca. La segunda opción es que se hubiesen tomado juntos un vino sentados a la mesa de trabajo mientras charlaban sobre golems, esqueletos, muerte, putrefacción estética y un círculo holístico de materia e ideas. Frente a ellos, un único espectador testigo: esa figura venida de un futuro en el que ya no necesita piernas que ha sustituido por ruedas, esa figura que cubre sus oídos con cascos que tal vez reproduzcan repetitivamente las pocas cosas interesantes que se hayan dicho en el presente inmediato que ya es pasado, esa figura que cubre sus ojos con unas grandes gafas oscuras que sesgan toda su expresión facial, que le protegen y le presentan a un tiempo. ¡Maldito testigo! De haberse producido ese encuentro tampoco nos lo habrías contado porque en tu futuro ya no se habla. ¡Maldita tu boca Darwiniana! Entonces acabo mi cigarrillo y retomo la cámara. Busco un consuelo que pueda autofabricar para convencerme a mi mismo, Lo encontré. Si Svankmajer hubiese estado en el taller de Pepe Otal le hubiese dejado escrito en su pizarra: "Cierren los ojos, o de lo contrario no verán nada."
Texto y fotografía: L. Fernando de Julián "Nani"
No fuiste a la expo de metamorphosis?????
ResponderEliminarNo pude, pero hace un par de años escribí un artículo sobre las marionetas en el cine de Svankmajer en la revista Fantoche. Por si te interesa... http://www.unima.es/?p=2550
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